Todos tenemos a alguien que amamos o que apreciamos mucho y que simplemente no
se pone las pilas cuando se trata de cuidar su salud, lo invitamos a las reuniones familiares, tratamos de platicar con él sobre los beneficios de ser activos, hacer ejercicio
y comer saludablemente mientras él o ella te escucha atentamente sosteniendo una cerveza(la quinta cerveza por cierto y una bolsa de papas). La cerveza no es mala pero olvidar que existe el agua natural si es peligroso.
A veces nos ponemos a pensar porqué él o ella no siguen el camino de la salud acompañándonos.
Te pones a pensar que sería ideal hacer tus entrenamientos con esta persona que tanto aprecias, compartir reseñas de accesorios deportivos, hablar de lo más avanzado en técnicas para entrenar o simplemente quejarse juntos del dolor de músculos por la rutina del día anterior pero eso no es así ni será así en mucho tiempo.
Aunque insistas o le hables y trates de convencerlo él o ella será feliz con su vida actual, así como tú eres con la tuya. Simplemente no puedes cambiar el estilo de vida de una persona y hay que aceptarlo. Nadie nos puede cambiar, si algún día lo hacemos lo hacemos por nosotros, no porque otro lo pide. Ese cambio genuino es el bueno, el que sale de nuestra propio corazón.
Si no te hacen caso, eso no significa que todo esté perdido, ¿Recuerdas cuando tú eras igual? ¿Recuerdas cuando tu estilo de vida incluía papas y refresco todos los días?
¿Recuerdas cuando casi en toda la semana hacías carga de carbos por la noche? Yo sí, y agradezco que no me quisieran cambiar.
Si el ejercicio y el estilo de vida saludable te hace ver y sentir mejor los de atrás te seguirán, tarde o temprano, siempre y cuando no seas de esos predicadores del bien que critican a otros en vez de motivarlos.
Motiva e influye positivamente en silencio. Es más efectivo.
Un señor despeinado dijo “Dar ejemplo no es la principal forma de influir en los demás; es la única” - Albert Einstein.
Me encanta tu forma de ver la vida. Tienes razón en éso de que no podemos obligar a las personas a pensar como nosotros. Es ley de vida que cada uno nos demos cuenta de los fallos.